Carrito

Ni una ni dos… ¡tres veces socio de la Ferro!: Manuel Jiménez

En la masa social de nuestro club destacan varios exjugadores del equipo, pero solo hay un caso de un socio que haya tenido tres carnets de la Ferro en distintas épocas. Esto le ocurre a Manuel Jiménez Arnanz, un veterano aficionado que ahora presume de carnet número 30.

“Antes, cuando me enteré en 2001 de que «la Ferro» sobrevivía, fui el número 40, pero la pena es que ni conservo el carnet ni recuerdo el número de cuando mi abuelo, Dionisio Arnanz, me hizo socio infantil en 1940, cuando tenía 5 años”.

Manuel Jiménez (Socio de la AD Ferroviaria)

Nacido en el año 1935, Manuel tiene frescos en su memoria varios pasajes de la historia de la Ferro, “sobre todo, las dos finales del Campeonato de España de Aficionados a las que me llevó mi abuelo. Ganamos las dos, una al Mestalla y otra al Indautxu, esta en el Metropolitano antiguo”. La seguridad y energía de Manuel relatando hazañas de esa época es sorprendente: “La Ferro tenía entonces un equipazo. Recuerdo que los favoritos de la afición eran Peña y Angelín, y como también opinaba así mi abuelo, yo siempre estaba hablando de Peña y Angelín… aunque por entonces también era ya madridista y me entusiasmaban Moleiro, Ipiña y Huete. ¿Saben ustedes que en aquel Real Madrid jugaba un futbolista que había fichado de la Ferro? Pues era Moleiro, un centrocampista que puede que sea el primer mediapunta de la historia del fútbol español”.

A Manuel se le dibuja una sonrisa infinita cuando se trata de hablar de la Ferro. “Disfrutaba mucho viendo con mi abuelo los partidos de la Ferro en Las Delicias, ganando a la Tranviaria, al Cifesa, al Cafeto… Yo vivía en Santa María de la Cabeza y mi abuelo Dionisio me venía a buscar para irnos al fútbol. A veces veíamos más de un partido porque, antes o después de jugar la Ferro, había otros equipos jugando en ese campo, sobre todo el Mediodía, que era otro de los equipos importantes de la época. Los grandes de la regional madrileña entonces, además de la Ferro y el Mediodía, eran el Imperio, el Cuatro Caminos, el Amparo y el Girod. Yo los vi jugar a todos, e incluso, tengo en la memoria estar en algún combate de boxeo en Las Delicias, también con mi abuelo, claro”.

1948 lo recuerda Manuel como un año negro “porque falleció mi abuelo y mis padres se cambiaron de casa y de barrio. Entonces, como aún era un niño, me quedé sin poder seguir a la Ferro. Al menos, como tenía familiares que ya lo eran, me hicieron socio del Real Madrid en 1950. Voy ahora para 72 años de socio, y tengo el número de carnet 640”.

Desligado de la Ferro, “como socio sí, pero no sentimentalmente porque los buenos ratos que había pasado en Las Delicias, los llevaba, y los llevo, en la memoria”, los ratos que para el ocio futbolístico le dejaba su negocio, el restaurante El Callejón de la Ternera, los ocupaba con el Real Madrid, hasta que “me reenganché a la Ferro, lo que hice cuando supe que había sobrevivido al paso de los años. Fue en 2001 cuando leí en La Razón una carta que al director del periódico dirigía Benigno Álvarez, que decía ser presidente de la Ferro. Pude ponerme en contacto con él y volví a hacerme socio, pasando entonces a ver todos los partidos del equipo en Cotorruelo hasta que dejó de jugar, creo que fue en el año 2007”.

Puesto en aviso de nuevo por los medios de información de que «la Ferro» había salido del congelador y volvía a jugar, a Manuel se le ocurrió buscar información en el Museo del Ferrocarril de Madrid-Delicias, entidad que colabora con nuestro club, y le ofreció el contacto adecuado “para volver a ser socio. ¡Qué alegría más grande! Ahora el número de mi carnet es el 30, pero también tengo una pena, que es que ya no me encuentro ágil para ir a animar al equipo a Cotorruelo… aunque gracias a Dios estoy bastante bien de salud, y más en estos tiempos que corren. Aunque sea de lejos, espero vivir un ascenso de la Ferro a Segunda Regional para que, poco a poco, vaya subiendo peldaños y así retomar el auge que tuvo”.

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