A perro flaco… todo son pulgas:
C.D.U. Valdebernardo «B» 2 – 2 A.D. Ferroviaria
| Sigue la montaña rusa para los chicos de Colombo y Lanzotti en un encuentro que se pudo y debió ganar, se tuvo perdido y finalmente se saldó con empate.
Gélida tarde a pesar del sol en Valdebernardo, donde La Ferro acudía en cuadro debido a la plaga de lesiones que asola la plantilla. A pesar de esta circunstancia el equipo saltó al campo convencido de la victoria y, por momentos, mostró muy buenos minutos de fútbol. Los primeros minutos estuvieron marcados por el dominio de los azulones, que tuvieron sus primeras tímidas ocasiones que no llegaron a inquietar al cuadro local.
Una vez más, y a pesar del dominio, fue el rival quien se adelantó en el marcador. Tras una nueva falta de esa intensidad defensiva que tanto daño nos está haciendo esta temporada, el conjunto titular del campo movía la pelota de un lado a otro del área para rematar a placer. Se despertaban nuevos fantasmas en el equipo, ya que en esta ocasión no apareció la reacción en tromba a la que nos tiene acostumbrados cuando encaja gol. Sin embargo, con el paso de los minutos los azulones empezaron a llegar con claridad y gozaron de ocasiones más que suficientes para igualar la contienda, pero la falta de definición, el otro lastre del equipo, evitaba el tanto del empate. Al filo del descanso los locales se quedaban con 10 jugadores, lo que daba una nueva perspectiva al partido para la segunda mitad.
Los segundos 45 minutos fueron un absoluto monólogo de La Ferro. El cuadro local, en inferioridad y con un viento que hacía muy difícil el juego en el momento en que el balón se levantaba del suelo, renunció a la posesión y apostó por intentar mantener su renta y salir a la contra. Sin embargo los nuestros no daban respiro y una y otra vez llegaban al área local, en un continuo acoso que encontró finalmente premio mediante la sociedad Gastón-Saavedra, en la que el 19 volvía a ejercitar su magia a balón parado para el remate del central.
Con más de media hora por jugar y conscientes de las limitaciones físicas del equipo, se bajó la intensidad, que no el dominio, dejando todo el esfuerzo para el último cuarto de hora del choque, donde parecía obvio que llegaría el gol de la victoria, pero apareció un protagonista que no llevaba dorsal; el viento. En un saque de meta del filial, el balón cogió mucha fuerza y cambió en dos ocasiones de trayectoria, descolocando a los jugadores de ambos equipos. Finalmente cayó en plena área de Hugo con la mala fortuna de golpear tras botar en la mano de uno de nuestros defensores. Penalty claro y gol que dejaba enmudecida a la expedición ferroviaria, que veía perdido un encuentro que estaba encauzado. Y peor se pusieron las cosas cuando poco después Carlos fue expulsado por segunda amarilla. Sin embargo los chicos, heridos en su orgullo y haciendo gala de un esfuerzo que nunca se les puede negar, buscaron el gol hasta el final y lo encontraron en el cuarto minuto del añadido, con una jugada que calcaba, protagonistas incluídos, el primer tanto, llegándose acto seguido al final del partido.
Un punto agridulce que habrá que esperemos sea preludio de una victoria el próximo domingo en nuestra casa de San Blas a las 13:00 horas ante el Atlético Almudena.