(Temporada 21-22) Crónica jornada 5

La pasada mañana del domingo 17 se produjo un inesperado homenaje al color azul. Bajo el azul cielo se impuso el azul royal de los locales sobre el azul marino de los visitantes. El azul royal lo viste la AD Ferroviaria desde 1939, cuando una vez concluida la Guerra Civil su Junta Directiva no encontró camisetas con la tonalidad prebélica, un azul celeste tipo Celta de Vigo, por lo que adquirió otras con un azul más oscuro. Pese a tanta historia, el Cultural Unión Leganés se presentó en los campos de Cotorruelo con camisetas azul marino, color con el que el árbitro permitió jugar a sus futbolistas pese a las posibles confusiones que pudieran afectarle en la toma de decisiones, y más aún sin tener la asistencia de jueces de línea.

En consecuencia, con el césped teñido de azul, los protagonistas se marcaron un partidazo. Unos y otros, cada equipo con sus armas, lograron rachas de dominio en el juego, comenzando muy segura «la Ferro» en sus posibilidades. Tras un disparo al poste, Charly fue objeto de un claro penalti que Gonzalo transformó en el 1-0 (minuto 15), acentuándose entonces el control de los hombres de Othman, el técnico local, que vivía tranquilo en sus banquillo hasta que una pérdida en el centro del campo provocó un avance fulminante de los hombres del Unión Leganés, el cual concluyó con un chut que superó a Hugo. Pese al revés y vivir unos momentos de zozobra, «la Ferro» se repuso e hilvanó unos momentos de juego espléndidos, siendo Cholo el motor y Ángel y Charly sus fieles escuderos. Con los tres en la sala de máquinas se logró el 2-1 (Marchán, minuto 35’) y además dos ocasiones de Rubén que hicieron temblar a la ruidosa afición visitante.

Pese a no enfriar el descanso el funcionamiento de la mencionada sala de máquinas porque Cholo era incansable fabricando juego, las ocasiones desperdiciadas, en gran medida por la excelente actuación del meta visitante, hicieron de nuevo realidad el popular dicho futbolístico de “quien perdona, lo acaba pagando”. Un contragolpe del Unión Leganés habilitó un uno contra uno del que Hugo salió perdedor, transformando los visitantes el penalti señalado (2-2, minuto 60).

El golpe dolió a los “ferroviarios” durante unos minutos porque congeló sus ideas, restó precisión en sus pases en corto, ralentizó la búsqueda de la portería contraria… hasta que se hizo con la batuta del equipo, y del partido, Gonzalo, que interpretando el cambio de filosofía que necesitaba el juego impuso desde atrás su juego en largo para evitar la presión del Cultural Unión Leganés. Y así las oportunidades de gol se sucedieron en el área visitante… una de Ariel, otra de Víctor, un gol anulado a Charly tras un certero y en apariencia limpio cabezazo, la de Sancho, etcétera. Cuando en el minuto 90 el reparto de puntos parecía inevitable, un nuevo envío en largo de Gonzalo cayó en los pies de Sancho, que, aprovechando un clamoroso desajuste defensivo visitante, con un temple admirable llevó el balón a la red y el 3-2 (minuto 92) al marcador.