| Solo nuestra mala puntería impidió que el partido de ayer en el Polideportivo «La Cantera» concluyera con una abultada goleada. Dispusimos de una docena de ocasiones claras en una segunda parte, en la que «la Ferro» jugó muy bien durante los primeros 30 minutos, momento en el que nuestros rematadores desperdiciaron todas sus oportunidades… menos dos, las que -a la postre- nos dieron la victoria ante el combativo San Juan.

Quizá por lo temprano del pitido inicial y que el sol salía con un ímpetu que realmente molestaba, en la primera parte ambos equipos mostraron un juego espeso, aunque el control era nuestro por tener un mejor manejo del balón en el centro del campo, en el que alineamos a Cholo, Julián, Ángel y Mario Giménez.

El partido discurría entre bostezos por su ritmo soporífero cuando «la Ferro» combinó por primera vez con afán de profundidad, y así Rubio se plantó en ventaja en el área del San Juan para anotar el 0-1 (minuto 32). Este gol fue como si hubiera sonado el despertador para los locales, que ganaron en ímpetu y comenzaron a acercarse al área que defendía Adrián Suárez, el cual nada pudo hacer para evitar el empate de Mateo (minuto 37).

Después del descanso la AD Ferroviaria desplegó su mejor fútbol. Fueron unos minutos en los que Mario Giménez era una pesadilla por la banda izquierda y Víctor Sánchez -que había sustituido a un luchador y magullado Marchán- por la derecha. Ambos surtían de balones al corazón del área del San Juan, pero allí sus compañeros -y a veces ellos mismos cuando los pases eran de Flavio, Cholo, Ángel o cualquier otro azul– parecían empeñados en no meter la pelota en la portería de Edwin. Por cierto, como no todos los remates salieron desviados, hay que reconocer la notable actuación del portero colombiano del San Juan.

Los remates que sí llegaron a las redes locales fueron los de Victor Sánchez (minuto 63) y Jorge (minuto 75), siendo este último magnífico en toda su génesis por la pared que confeccionó el joven lateral con Mario Giménez. Al sacar de centro los jugadores del San Juan tras el 1-3, un desajuste defensivo de los nuestros -provocado por un simple balón aéreo- facilitó un remate lejano de Andrés García que, con Adrián fuera de su portería, se convirtió en el 2-3 (minuto 76).

Desde ese instante, la seguridad en el juego de «la Ferro» se tambaleó y dejó de controlar el ritmo del partido. Un San Juan envalentonado buscó el empate, pero estaba justo de fuerzas e ideas para encerrar a los nuestros en su área. Sí les dio tiempo a darnos un par de sustos, pero el marcador no volvió a moverse y los tres puntos pasaron a nuestro casillero.