Apuros para mantener la ventaja en el marcador: 
AD Ferroviaria 2 – 1 CDE Oporto 2002 

Algunos espectadores aún no habían tomado asiento en la grada principal de Cotorruelo cuando los azules ya habían celebrado su primer gol. Fue un remate de cabeza de Charly (minuto 9) el que inauguró el marcador y ponía el partido de cara para los intereses de «la Ferro». Tanto fue así que el Oporto 2002 sufrió en los siguientes minutos, al estar completamente desarbolado por los rápidos ataques que montaban los locales… que tantas ocasiones de gol fabricaban como tantas perdonaban el 2-0.

El que sí aprovechó su oportunidad fue el delantero más certero que tiene la AD Ferroviaria en este año 2022: Sancho. Cuando el balón cayó en sus pies tras un error monumental de la zaga del Oporto 2002 no hubo perdón, avanzó y chutó cruzado para que el balón besara la red visitante en el minuto 41. Por lo tanto, «la Ferro» se fue al descanso con una cómoda ventaja que tranquilizaba su ansiedad por conseguir una nueva victoria, la quinta consecutiva.

Sin embargo, esa tranquilidad se transformó tras la reanudación, sorprendentemente, en parsimonia a la vista de la actuación de los azules en los primeros minutos. La quietud y el sosiego son ideales para hacer yoga, pero no si te calzas unas botas para jugar un partido de fútbol como centrocampista o delantero. Así, los locales comenzaron a sufrir en defensa, una línea que tenía un inesperado exceso de trabajo, lo que provocó un error inadmisible en el centro que facilitó un balón franco al mejor jugador de largo del Oporto 2002: Rubén Marín.

El ’8’ del Oporto 2002 es un excelente jugador y celebró el 2-1 en el minuto 49. A partir de entonces el partido se volvió loco, ningún equipo lo controló, teniendo ambos ocasiones para marcar, siendo la más clara el penalty desaprovechado, uno más, por «la Ferro». En este caso, el lanzamiento fue errado por Mario Giménez Bueno.

Con más emoción que juego, con más tensión que aciertos, el partido se cerró con dos hechos relevantes en el Oporto 2002: la salida al campo del veteranísimo Guillermo Marín (padre del crack Ruben Marín) y la tarjeta roja a Pablo Lucena (minuto 87), señalada por el colegiado Renilla Calle, al cortar con excesiva dureza un peligroso contragolpe que había iniciado el veloz y valiente Carlos Bangeniguen.

AD Ferroviaria 2 – 1 CDE Oporto 2002
[Tercera regional aficionados 21/22 - Grupo 16] Clasificación jornada 21

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