La Ferroviaria vuelve a La Rosaleda 80 años después

El equipo madrileño, que fue el rival del C.D. Malacitano en el primer partido que se disputó en el estadio malaguista allá por 1941, donó una camiseta con el nombre de Peiró, quién se formó en su cantera, con motivo del aniversario que se celebra el próximo 13 de abril.

El Málaga realizó este sábado uno de los actos de homenaje que tiene preparados para el 80 aniversario del estadio de La Rosaleda, un cumpleaños que se celebrará el próximo martes porque fue un 13 de abril de 1941 cuando se jugó el primer partido en el recinto deportivo de Martiricos. Una inauguración forzada, que se produjo antes de lo previsto, a causa de un temporal que arrasó con el campo de los Baños del Carmen, que era donde jugada el C. D. Malacitano (antecedente del actual Málaga). El objetivo de la directiva del club en aquel momento era esperar a culminar las obras del ‘Stadium’, como se distinguía a La Rosaleda en sus inicios, para realizar un estreno de mayor envergadura.

Pero el Malacitano tenía que jugar su partido de vuelta de la Copa, por aquel entonces Copa del Generalísimo, frente a la Agrupación Deportiva Ferroviaria y la entidad tuvo que adecentar La Rosaleda antes de lo previsto para acoger aquel encuentro ante la falta de campo. Así fue como se inauguró de forma oficiosa el estadio de La Rosaleda, que luego viviría una presentación más engalanada frente al Sevilla. Pero sin duda, los libros de historia y el inventario malaguista recuerdan siempre con gran cariño al equipo madrileño por ser el primer ‘invitado’ a el que ahora ya se ha convertido en el templo del club blanquiazul.

80 años después de aquel partido, que ganó el Malacitano por 6 a 0 con la actuación estelar de Manuel Fuentes, apodado ‘el pistolas’, marcando cinco de los goles, la Ferroviaria ha regresado a la actual casa del Málaga por primera vez (después de jugar en 1941 no han vuelto a visitar Martiricos porque se fue distinguiendo más por ser un club de cantera). Y lo ha hecho por medio de una pequeña comitiva representada por el presidente del club madrileño, Javier Puig, quién pudo visitar los rincones con más encanto de una Rosaleda totalmente cambiada en comparación con 1941. Una cita realizada dentro de las posibilidades que ofrecen la situación de pandemia, pero que sirve para recordar uno de los hitos de la historia malaguista.

En su visita, la ‘Ferro’, como se le conoce popularmente, regaló al Málaga una camiseta de su actual equipación con el nombre y dorsal de Joaquín Peiró, ya que el mítico entrenador malaguista se formó como jugador en la Ferroviaria. De hecho, desde ahí le fichó el Atlético de Madrid. Unos inicios que conectan un poco más la relación entre Málaga y la Ferroviaria. Otro homenaje para Peiró, que irá directo para el Museo del Málaga en La Rosaleda, que recientemente fue también recordado por la entidad blanquiazul por el primer aniversario de su fallecimiento. Desde hace unas semanas, el banquillo local de La Rosaleda lleva el nombre del ‘Galgo del Metropolitano’, que en el Málaga fue más conocido como ‘el abuelo’, y que dejó un gran legado como técnico blanquiazul.