Ni cuando se produjo el fallecimiento ni después cuando se cumplía el primer año de su desaparición la AD Ferroviaria pudo honrar la memoria del jugador más emblemático de nuestra historia: Joaquín Peiró Lucas.
La pandemia de Covid-19 tenía primero prohibidos y después limitados los encuentros sociales, pero ayer domingo, por fin, en el segundo aniversario de su muerte, ese acto se pudo llevar a cabo en los prolegómenos del partido contra el CD Leganés SAD «D».
En la cita fijada en el campo II de las instalaciones federativas de Ernesto Cotorruelo se reunió el círculo más próximo a Peiró, y, sobre todo, el club agradeció -en la persona de su presidente: Javier Puig- la presencia de su viuda: María del Carmen Tino; y de sus hijos: Joaquín (que fue futbolista profesional en el Atlético Madrileño 84-85 a las órdenes de su padre), Natalia y Roberto.
Además de ellos también acudieron otros familiares, como nietos y primos, entre estos últimos: Pedro García Peiró.
Emocionados por este homenaje a la memoria del “Galgo del Metropolitano”, realizaron el saque de honor del partido y después recibieron varios recuerdos de esta inolvidable jornada, como una camiseta oficial de la Ferro con el número 10, una placa grabada para la ocasión y el libro “La Ferro, Un equipo madrileño que también fue campeón”, en cuyas páginas quedaron reflejadas las impresiones de Joaquín Peiró sobre su paso por nuestro club.
Nuestra iniciativa también contó con una representación del Atlético de Madrid, camiseta que durante tantas temporadas defendió Joaquín Peiró. La Asociación de Leyendas del Atlético de Madrid, que preside Roberto Solozábal, envió a Cotorruelo a Juan Carlos Pedraza para que el espíritu rojiblanco estuviera presente en el acto.
