(Temporada 21-22) Crónica jornada 4

Con el pitido inicial nuestro equipo pisó el acelerador, a semejanza de cualquier AVE que sale de Atocha y al pasar por Vallecas ya corre que se las pela. Y por esa actitud resolvió el partido en menos de media hora. Los grises –la AD Ferroviaria volvió a utilizar la segunda equipación– iniciaron tan enchufados el partido frente al CDE Oporto 2002  que el rival no pudo reaccionar. Arroyo por una banda, Víctor por la otra y Marchán por el centro pisaban constantemente el área rival con peligro gracias a las combinaciones que enlazaban entre ellos, y también por los envíos que recibía el trío de puntas de Gonzalo, Cholo, Charly, Flavio…

Ante ese panorama de un juego ofensivo desbordante solo cabía una posibilidad, que llegaran lo goles, como así fue, uno tras otro en 12 minutos. Un remate de cabeza de Marchán inauguró el marcador en el minuto 13; una veloz internada de Flavio la remachó Arroyo tan solo un minuto después; y otra jugada por banda, esta del dinámico Arroyo, la remachó Víctor en el minuto 25. Con el 0-3 «la Ferro» no se relajó, pero poco después el gran Adrián no pudo evitar recoger un balón de su portería. El tanto encajado fue fruto de una jugada aislada… y desgraciada, ya que el goleador fue Javi Téllez, nuestro bravo central, al que inesperadamente le rebotó el balón en el minuto 33.

Después del intermedio, el ritmo lo intentó imponer el CDE Oporto 2002, y lo consiguió. Nuestro equipo contenía los ataques locales con efectividad, lejos de los terrenos de Adrián,  intentando pausar un juego para que los minutos pasaran y a la vez buscando un certero contragolpe. El planteamiento de ambos equipos llevó el partido lejos de las áreas, al centro del campo, donde la batalla se fue recrudeciendo debido al arbitraje,  de marcado estilo británico, del colegiado de turno, permisivo con el juego rudo, e incluso duro de los impetuosos jóvenes del CDE Oporto 2002. Pese a todo, nadie se achicó sobre el césped y se impuso el buen juego a las brusquedades, hasta el punto que las ocasiones comenzaron a sucederse en el área local, muchas de ellas originadas por la desbordante imaginación de Ariel. Al final, un magnífico cabezazo de Flavio (minuto 80) elevó el cuarto tanto al casillero de la AD Ferroviaria e hizo justicia a lo observado en el terreno de juego.